Ok, primero que nada, ayer cuando hablamos, te dije un pequeña mentira blanca, nada importante, primero dejame contarte todo lo que paso este fin y entenderás el porque de mi mentira. El viernes me fui, como te conté, pero lo hice sin suéter, y casualmente ese ha sido el autobús mas frío en el que me he montado en mi puta vida, me bajé en la parada que hacen los autobuses porque el frío no lo aguantaba, y procedí a comprar una caja de cigarrillos, no te alteres, sé que te dije que iba a dejar de fumar, solo me fumé cuatro cigarrillos y la caja la boté antes de montarme de nuevo en el iceberg andante, fumé nada mas porque el frío era demasiado hijo e' puta.
Entonces, estoy en la parada, y veo que el chofer del autobús se baja. El carajo tenía desde un pasamontaña, guantes, chaqueta de esas de tela sintética, hasta su termito con su cafecito, me cagué de la risa cuando lo vi, de pana. Bueno, entonces le digo .-coño viejo, ¿será que puedes bajarle un poquito al aire?-. El carajo se rió, es que no de bolas, hasta yo, yo andaba con una chemise, y ya eso era todo! bueno obviamente el pantalon y los zapatos, no creas que yo soy de esos que salen a la calle en pelotas. Bueno, cuando por fin, se termina la odisea en el refrigerador rodante y llego allá a Caracas, el frío aunque no tan coño 'e su madre, era bastante fuerte, pero eso no viene al caso.
En la tarde, me paro para ir a la conferencia, y no tengo ni medio en efectivo, entonces fui para un cajero a sacar rial, el cajero se volvió loco y me dijo que mi clave secreta no estaba autorizada! luego intenté en otros dos cajeros, de la misma sucursal y me dijeron lo mismo. Después con poca fe y rebosante de arrechera y desesperación, voy a otra sucursal, y allí me dan la refrescante noticia de que mi tarjeta había sido bloqueada! entonces te podrás dar cuenta de la frustración y el odio que tenía hacia el banco.
Así me encontraba yo, en Caracas, sin dinero en efectivo, pero con dinero en la cuenta, y sin poder sacarlo, y justamente en ese momento, recordé el famoso dicho, "más vale pájaro en mano, que cien volando", ME QUERÍA MORIR!. Para entrar a la conferencia tenia que pagar 20 mil bs los cuales no tenía, y la única manera de conseguirlos, involucraba tomar una decision muy importante que afectaría la manera en la que viviría mi vida en los años por venir, o en otras palabras, vender mi cuerpo por dinero, y no estaba tan desesperado... aún.
Y bueno, ahí está, esa es la razón por la que no asistí a la conferencia, la cual se dió pero yo no estaba en ella. Entonces, me tuve que ir caminando, desde sabana grande hasta bello campo, una distancia bastante larga, y especialmente para una persona con un estómago vacío. Finalmente llegué a mi destino, Aeroexpresos Ejecutivos, me sentí aliviado, estaba casi, casi en casa.
Inmediatamente me metí en la cola para confirmar el pasaje, no quería que nada inesperado, que me obligara a pasar la noche en Caracas, pasara. Bueno, llega mi turno para confirmar el pasaje, pero antes de que la srita. que me estaba atendiendo sellara el ticket, me dice unas palabras, tanto funestas, como inesperadas.- 5 bsf, para pagar la tasa de salida-. y obviamente, el destino quiso que yo tuviera tan solo, 4,55 bsf!. Si te soy sincero, me dieron ganas de llorar (lo cual me hizo sentir bastante gay), de caer a coñazos a todo el mundo, de espichar cada caucho de cada autobús, "si yo no me voy de esta mierda, nadie se va" pensé. Traté de calmarme lo suficiente como para decir estás palabras.- No tengo 5 bsf, tengo sólo 4,55 bsf-. La srita se me queda viendo fijamente, y me pregunta.- ¿y entonces?-. A lo que yo le respondo con un amargado, molesto, frustrado, pausado, y con algo de un intento de permanecer calmado.- Aparentemente Dios se sentía un poco aburrido y decidió joderle la vida a alguien y ese alguien soy yo!. Así que dígame usted "y entonces", porque yo, le aseguro, que no lo sé. Si tiene algún tipo de bondad, aceptará los 4,55 bsf y yo me podré ir a casa-. A lo que la joven mujer accedió, después de numerosos ruegos de mi parte, y un resumen incisivo y funesto del relato de mis "infortunios" desde mi salida de Maturín.
Finalmente, la hora había llegado, con felicidad y alivio, me monté en el autobús, Después de haber estado viajando mas o menos como una hora, el aire acondicionado SE DAÑÓ! Esa mierda era un sauna rodante, en la cual bajé aproximadamente 10 kg, la película era terriblemente mala, era esa en la cual se burlan de "300", ¿sabes de cuál te estoy hablando?. Bueno a mitad de camino EL AUTOBÚS SE HA DAÑADO Y ESTÁBAMOS EN EL MEDIO DE LA NADA!!! CÁGATE!!!.
Después de que el autobús dejó de andar, me resigne, le pregunté a Dios porqué me había hecho esto y pase par de horas maldiciendo dioses, vírgenes, santos y al destino. luego de 55874853488 horas de ansiedad, tristeza, depresión y frustración, finalmente llegó el otro autobús, y pudimos hacer el transbordo.
Ese si estaba bastante bien, hacía frío pero no tanto como en el otro, que más que un autobús, parecía el Ártico, esperabas que en cualquier momento, saltaran osos polares cazando focas y leones marinos bostezando en los asientos. Bueno, llegó el momento de la parada, y tenía un hambre arrechísima, porque no había comido nada el sábado, solo una bolsa de platanitos y era pequeña. Sin esperanzas de comer y sin dinero tampoco, me senté en una de las mesitas a esperar, y por supuesto, como debí de haberlo esperado, viene un hombre bofo, quien no es tanto un hombre, sino la personificación de uno de los pecados capitales, Gula, y quien sabe, quizás ese era su nombre.
Dicho hombre, a pesar de todas las mesas que estaban desocupadas, y todos las asientos disponibles, decide sentarse en la mesa donde estoy sentado yo, quizás olió mi hambre y desesperación y pensó en provocarme y en hacerme sentir miserable, mientras "inhala" dos arepas gigantes con queso de mano. Yo hipnotizado por una de las arepas, y viendo como desaparecía bastante rápido la misma, debido a los mordiscos salvajes con que "Gula" la consumía, de manera inconsciente o quizás subconsciente, pero seguramente inadvertida, tanto por él como por mí, le pedí un mordisco, a aquél terror de las arepas, tenía demasiada hambre así que no me juzgues, entiéndeme, no estoy orgulloso de lo que hice, me sentí como un indigente mientras lo hacía, pero bueno, lo hecho, hecho está...
El gigante devorador de arepas, agarró su arepa, se paro y se fue para el coño, y yo también lo hice, era el momento de abordar el autobús y dormir, y olvidarme de ese horrible viaje, aunque si fuera sólo por unas horas
Por fin, llegué aquí a Maturín, y obviamente, nadie le dijo al chofer que pasara las maletas del autobús averiado al otro, gracias a dios yo no tenía equipaje. Bueno ahí tienes, ese fue mi fin de semana, divertido verdad?
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