Al caer las hojas

Al caer las hojas, también caen los amantes,
Que debajo de los árboles reposan.
Caen en enredosos caminos qué tan sólo llevan a la tristeza aplastante,
Al caer las hojas, las lágrimas rebosan.

Al caer las hojas, rompen estruendosamente las olas,
La eterna arena, siempre errante,
En otro lugar, sueña existir a solas,
Con el perenne viento, para éste propósito, siempre sirviéndole de ayudante.

Al caer las hojas, los recuerdos afloran,
Al igual que los tiempos que fueron, y la añoranza de aquellos que jamás serán,
Como la niebla tarde en la mañana se disipa y hacia el éter sube
Los sueños así también lo harán,
Y ahí en la inmensidad, se perderán.

Al caer las hojas, también cae la tarde en costas desoladas,
Y con ese sentimiento de algún fin inminente en el futuro inmediato,
Desgraciadas decisiones son tomadas,
Y a devastadoras consecuencias, nuestras vidas son atadas.

Al caer las hojas, la funesta parca viene en nuestra búsqueda,
Los dados son tirados, y nuestras manos atadas,
Al comienzo del final de la vida, la muerte pacientemente, en el umbral, espera,
Sin nada que hacer, pues ya nuestra fortuna ha sido echada.

Al caer las hojas, no hay mas nada que hacer,
Ni pensar, ni pelear, ni llorar ni sonreír,
Sólo podemos morir.
Al caer las hojas, oh, Al caer las hojas!