Se me esfumó ese sueño de niño,
De ser el rey del mundo,
Ahora deambulo los pasillos del tiempo,
Como vagabundo,
Tenía razón aquél poético viejo borracho,
La vida, un suspiro, dura un segundo,
Se me olvidó aquella canción,
Que entonaba para enamorar,
A la dama de plata que baila en los cielos,
Y dejé en la estación,
Ese viejo muñeco de tela,
Que, mi barco de papel, navegaba, izando la vela,
Ahora, hace ya, no sé cuantas primaveras
Que transito los días, las calles frías,
Como carro de mercado por las hileras,
Con una cajetilla de cigarrillos,
Un manojo de recuerdos pa' la nostalgia,
Y mi tres de trébol en mi bolsillo,
Se me escapó, para más nunca volver,
Esa aventurera, viajera de larga cabellera,
Con manos de seda, que me enseñó a besar,
Que un día como inesperada forastera,
Llegó sin avisar y a mi cama vino a parar,
Hasta que le picaron los pies y siguió en su andar,
Se me escabulleron por el hueco,
Del bolsillo de mi chaqueta,
El panfleto, el folleto,
El mapa que me trazaba el camino por completo,
Y ahora sin rumbo y sin estrella del norte,
Que más me queda, que hacer el papel del bufón de la corte,
Como payaso sin nariz roja,
Como comediante sin comedia,
Como una ejecución sin tiro de gracia,
Con los cigarrillos ya fumados,
Y los recuerdos ya grises y usados,
Mas como un sinvergüenza, un pillo,
Todavía guardo, mi tres de trébol en mi bolsillo,
Extravié sin querer, pero con intención,
La virtud de joven doncella,
En el pasillo de un zaguán bajo las estrellas,
Y embriagado de vida,
Pero con una resaca de muerte,
Que mala suerte,
Perdí la cabeza,
Y del tiro también la certeza,
De aquél viejo dicho que reza,
Todo pasa, todo queda,
Más aún después de tantos días,
De tantos otoños, veranos,
De tantas idas y venidas,
Tengo todavía mi tres de trébol en mi bolsillo,
ARealRock'N'Rolla
De ser el rey del mundo,
Ahora deambulo los pasillos del tiempo,
Como vagabundo,
Tenía razón aquél poético viejo borracho,
La vida, un suspiro, dura un segundo,
Se me olvidó aquella canción,
Que entonaba para enamorar,
A la dama de plata que baila en los cielos,
Y dejé en la estación,
Ese viejo muñeco de tela,
Que, mi barco de papel, navegaba, izando la vela,
Ahora, hace ya, no sé cuantas primaveras
Que transito los días, las calles frías,
Como carro de mercado por las hileras,
Con una cajetilla de cigarrillos,
Un manojo de recuerdos pa' la nostalgia,
Y mi tres de trébol en mi bolsillo,
Se me escapó, para más nunca volver,
Esa aventurera, viajera de larga cabellera,
Con manos de seda, que me enseñó a besar,
Que un día como inesperada forastera,
Llegó sin avisar y a mi cama vino a parar,
Hasta que le picaron los pies y siguió en su andar,
Se me escabulleron por el hueco,
Del bolsillo de mi chaqueta,
El panfleto, el folleto,
El mapa que me trazaba el camino por completo,
Y ahora sin rumbo y sin estrella del norte,
Que más me queda, que hacer el papel del bufón de la corte,
Como payaso sin nariz roja,
Como comediante sin comedia,
Como una ejecución sin tiro de gracia,
Con los cigarrillos ya fumados,
Y los recuerdos ya grises y usados,
Mas como un sinvergüenza, un pillo,
Todavía guardo, mi tres de trébol en mi bolsillo,
Extravié sin querer, pero con intención,
La virtud de joven doncella,
En el pasillo de un zaguán bajo las estrellas,
Y embriagado de vida,
Pero con una resaca de muerte,
Que mala suerte,
Perdí la cabeza,
Y del tiro también la certeza,
De aquél viejo dicho que reza,
Todo pasa, todo queda,
Más aún después de tantos días,
De tantos otoños, veranos,
De tantas idas y venidas,
Tengo todavía mi tres de trébol en mi bolsillo,
ARealRock'N'Rolla
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