La noche está,
Para celebrar,
Pa' que los que labran,
Se olviden de trabajar,
Para que las mujeres santas,
Se olviden de escrúpulos y empiecen a coquetear,
Para que el esposo se haga mejor amigo,
Del amante de su mujer,
Para que los muertos se levanten de sus tumbas,
Y empiecen a volver a beber,
Para que se cierren las puertas,
Y se eche todo por la borda,
Que las modelos se mueran de hambre,
Y que por hambre se maten las gordas,
Que se soplen las trompetas,
Y se suenen las alarmas,
Que los borrachos y fumadores,
Agarren botellas y cigarrillos como armas,
Y que los abogados sean puestos en prisión,
Con los jueces y policías,
Y que los curas sean exiliados,
De las abadías,
Y que las monjas cierren las puertas de las iglesias,
Y abran sus piernas,
Y que Jesús baje de los cielos,
Con sus secuaces y comience a pecar,
A orillas de los ríos y al pie de la mar,
Porque esta noche está para celebrar,
La noche está para celebrar,
Que se paren las factorías,
Que abandonen sus puestos,
Los chóferes de los tranvías,
Que los agricultores se olviden de papas,
Y cultiven la hierba,
Que estudiosos y eruditos,
Terminen de callarse la boca,
Que los policías se olviden de alcoholemias,
Y se sienten a tomarse una copa,
Que las leyes se olviden del hombre,
Y el hombre de las leyes,
Que los cantantes, artistas, poetas,
Se posen sobre tronos como reyes,
Y que las reinas cierren las piernas,
Para parir herederos,
Y las abran para recibir de buen grado ,
A extranjeros y solitarios marineros,
Que el tipo de mantenimiento,
Se olvide de su trabajo,
Que las iglesias, bancos y edificios de oficinas,
Se vengan abajo, me importa un carajo,
Que las ninfas del mar, de la tierra y del cielo,
Se entreguen al calor de la noche de terciopelo,
Que los soldados bajen sus armas,
Y se beban una cerveza,
Y que los psiquiatras y psicólogos,
Aprendan de los locos y pierdan la cabeza,
Que los que tienen vértigo,
Se lancen de las azoteas,
Que las sillas y taburetes sirvan,
Como leña para hogueras,
Que los abstenios acaben con el licor,
Antes de que este acabe con ellos,
Que los patriotas y traidores,
Los profetas y sus vendedores,
Se olviden de tretas y se pongan a bailar,
Porque esta noche esta para celebrar,
Que las hijas se pongan de acuerdo con sus padres,
A la hora en la que se escabullirá por la ventana,
Que el día se olvide de venir mañana,
Y que sea de noche por mil días y una semana,
Que el fiscal de distrito le diga al acusado,
Que tiene la razón,
Que el guardia de la prisión, le de la llave al reo,
Para que le ayude a recoger el jabón,
Que las amas de casa salgan de la cocina,
Y se saquen la espina con sus maridos en la cama,
Que las mujeres de carácter promiscuo,
Por una vez en sus vidas hagan el rol de damas,
Que los amargados dejen de ser tan tarados,
Y que se suelten los acomplejados,
Que el más feo invite a salir a la más hermosa,
Y que ésta le diga que sí,
Que los deprimidos abran los ojos y terminen de encontrar,
Una razón para ser feliz,
Que el trovador se invente una canción,
Que los niños paren de llorar,
Porque esta noche esta para celebrar,
Para celebrar,
Pa' que los que labran,
Se olviden de trabajar,
Para que las mujeres santas,
Se olviden de escrúpulos y empiecen a coquetear,
Para que el esposo se haga mejor amigo,
Del amante de su mujer,
Para que los muertos se levanten de sus tumbas,
Y empiecen a volver a beber,
Para que se cierren las puertas,
Y se eche todo por la borda,
Que las modelos se mueran de hambre,
Y que por hambre se maten las gordas,
Que se soplen las trompetas,
Y se suenen las alarmas,
Que los borrachos y fumadores,
Agarren botellas y cigarrillos como armas,
Y que los abogados sean puestos en prisión,
Con los jueces y policías,
Y que los curas sean exiliados,
De las abadías,
Y que las monjas cierren las puertas de las iglesias,
Y abran sus piernas,
Y que Jesús baje de los cielos,
Con sus secuaces y comience a pecar,
A orillas de los ríos y al pie de la mar,
Porque esta noche está para celebrar,
La noche está para celebrar,
Que se paren las factorías,
Que abandonen sus puestos,
Los chóferes de los tranvías,
Que los agricultores se olviden de papas,
Y cultiven la hierba,
Que estudiosos y eruditos,
Terminen de callarse la boca,
Que los policías se olviden de alcoholemias,
Y se sienten a tomarse una copa,
Que las leyes se olviden del hombre,
Y el hombre de las leyes,
Que los cantantes, artistas, poetas,
Se posen sobre tronos como reyes,
Y que las reinas cierren las piernas,
Para parir herederos,
Y las abran para recibir de buen grado ,
A extranjeros y solitarios marineros,
Que el tipo de mantenimiento,
Se olvide de su trabajo,
Que las iglesias, bancos y edificios de oficinas,
Se vengan abajo, me importa un carajo,
Que las ninfas del mar, de la tierra y del cielo,
Se entreguen al calor de la noche de terciopelo,
Que los soldados bajen sus armas,
Y se beban una cerveza,
Y que los psiquiatras y psicólogos,
Aprendan de los locos y pierdan la cabeza,
Que los que tienen vértigo,
Se lancen de las azoteas,
Que las sillas y taburetes sirvan,
Como leña para hogueras,
Que los abstenios acaben con el licor,
Antes de que este acabe con ellos,
Que los patriotas y traidores,
Los profetas y sus vendedores,
Se olviden de tretas y se pongan a bailar,
Porque esta noche esta para celebrar,
Que las hijas se pongan de acuerdo con sus padres,
A la hora en la que se escabullirá por la ventana,
Que el día se olvide de venir mañana,
Y que sea de noche por mil días y una semana,
Que el fiscal de distrito le diga al acusado,
Que tiene la razón,
Que el guardia de la prisión, le de la llave al reo,
Para que le ayude a recoger el jabón,
Que las amas de casa salgan de la cocina,
Y se saquen la espina con sus maridos en la cama,
Que las mujeres de carácter promiscuo,
Por una vez en sus vidas hagan el rol de damas,
Que los amargados dejen de ser tan tarados,
Y que se suelten los acomplejados,
Que el más feo invite a salir a la más hermosa,
Y que ésta le diga que sí,
Que los deprimidos abran los ojos y terminen de encontrar,
Una razón para ser feliz,
Que el trovador se invente una canción,
Que los niños paren de llorar,
Porque esta noche esta para celebrar,
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